El Internet de las Cosas, o conocida por la sigla IoT, por su nombre en ingles  Internet of Things, ha revolucionado múltiples industrias, y el sector del
transporte no es la excepción. A través de dispositivos conectados y sensores
inteligentes, las empresas de transporte pueden monitorear en tiempo real el
estado de sus vehículos, conductores y productos.
Esta posibilidad no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también fortalece
la seguridad en la gestión de flotas, al permitir una supervisión constante de
aspectos esenciales en el rubro como la ubicación, velocidad, comportamiento del
conductor y condiciones del vehículo.
Uno de los principales beneficios del IoT en la gestión segura de flotas es la
prevención de accidentes, esto por la posibilidad de instalar sensores en los
vehículos permite detectar patrones de conducción peligrosos como frenados
bruscos, giros violentos o excesos de velocidad, y alertar tanto al conductor como
al centro de control. Además, los sistemas de geolocalización permiten reaccionar
de manera inmediata ante desvíos no autorizados o situaciones de emergencia,
reduciendo los tiempos de respuesta.
Por otra parte, el IoT también mejora la seguridad del cargamento y la trazabilidad
de las entregas, esto con sensores de apertura de puertas, temperatura o
humedad, por ejemplo, permitiendo asegurar que la carga llegue en condiciones
óptimas y sin alteraciones. Esto es especialmente relevante en sectores como el
alimentario, farmacéutico o de productos sensibles.
Así, el Internet de las Cosas se ha consolidado como un aliado estratégico en la
gestión segura de flotas de transporte, pues al ofrecer herramientas para el
monitoreo en tiempo real, el mantenimiento proactivo y la trazabilidad, permite a
las empresas optimizar sus operaciones, reducir riesgos y mejorar la calidad del
servicio.